Se me ha quedado pequeño
el infinito donde me habitas
que de tanto pasearme
he hecho de las aristas,
un precioso y suave paisaje.
Y aun así, encuentro cada día
alguna intersección de nuestros ejes
en los que me perdería contigo
como un punto a la fuga,
utopía fija en perspectiva.
Quiero un espacio donde el tiempo
solo exista en una fórmula
y los condicionales se amontonen
en vertederos de ilusiones olvidadas.
Llévame,
a otro infinito donde habitarnos.
Llévame,
al exponencial de tus besos despejados.
Llévame,
a la ecuación de primer grado
donde solo haya una incógnita
y se llame como tú.